Una nueva vida II



Tenemos el hospital muy cerca de casa, a unos 10 minutos en coche, así que fuimos sin prisas.
Cuando estábamos llegando, y notando el silencio que había en el coche, le pregunté a Papitorbe si estaba nervioso. 
Papitorbe: ¿Yo? ¿Nervioso? No, no. 
Justo en ese momento se metía en el parking de ambulancias que hay justo al lado de la puerta de urgencias. ¡La palabra nervioso se le quedaba pequeña!


Aparcamos (esta vez en el sitio correcto) y entramos al hospital. Nos hicieron las tarjetas de paciente y acompañante y subimos a la planta de ginecología. 
Allí nos atendió Fina que mientras se leía el plan de parto y me tomaba la tensión, me iba diciendo: tu no estás de parto, que aún puedes hablar y respirar! 
Pasamos a la sala de exploración, donde la ginecóloga comprobó que había expulsado el tapón, que el cuello del útero estaba borrado y que estaba dilatada de 1 cm. Me comentó que durante unos 30-45 minutos me iban a poner en monitores y luego volvería a mirarme. Si todo seguía igual, me mandaba para casa.

Tras una hora de monitores con contracciones muy irregulares, me volvieron a explorar. La dilatación seguía igual, las contracciones no eran efectivas. 
La ginecóloga me dijo que la decisión era mía: si me quedaba y en un par de horas no había empezado a dilatar más, me provocarían el parto. La otra opción, que fue la escogida, era volver a casa. 

Así que a las 2.30h de la madrugada estábamos en casa, los dos solos, comiéndonos un bocadillo de Nocilla y bebiendo un Colacao.


Sobre las 5.15h estaba durmiendo a pierna suelta en mi cama cuando un dolor mortal me despertó y con los ojos aún cerrados me fui al lavabo. Y fue allí cuando me di cuenta que ahora sí, ¡que ya no había vuelta atrás!

Pensando que esto sólo era el principio, me levanté como pude y me fui al comedor, a intentar aliviar el dolor con la pelota de ejercicios que la llevadora nos había recomendado. Pero tras 5 minutos que me parecieron una eternidad, vi que el dolor no disminuía y me acerqué a Papitorbe...
Yo: Despierta, nos volvemos al hospital.
Papitorbe: Vístete tu primero. (Huevón!)

Me vestí como pude, porque tenía contracciones cada dos o tres minutos, muy intensas y duraderas, y fui a la cocina, donde me encontré al huevón desayunando (¡otra vez!). Llamé a mis padres para avisar y salí a buscar a Papitorbe que había ido a por el coche. 


Llegamos al hospital sobre las 6h de la mañana. Ésta vez no había sitio para aparcar y, a pesar de estar muriéndome de dolor, a Papitorbe no se le ocurrió otra cosa ¡que ponerse a buscar sitio! Tenía ganas de matarlo, y cuando encontró sitio al otro lado de la calle y me hizo cruzar la carretera corriendo, estuve a punto de hacerlo.

Repetimos la operación de la primera vez... en el mostrador nos hicieron las tarjetas, esta vez a toda leche porque yo tenía la cara descompuesta, subimos a ginecología y Fina nos recibió: ahora si bonita, ahora si! A lo que yo le contesté: QUIERO LA EPIDURAL! Ella, riendo, me llevó a la sala de exploración.
Fina: ¿Te notas mojada? ¿Has roto aguas?
Yo: No, sólo noto muchas ganas de empujar.

Así que no esperó a que llegara la ginecóloga y me hizo el tacto. La bolsa estaba intacta y la dilatación era de ¡10cm! Tocaba correr. Papitorbe me ayudó a desnudarme y se fue a cambiar y a mí me llevaron al paritorio más cercano. 


Torbellina rompió la bolsa cuando sacaba los hombros. Fueron cuatro empujones, y a las 6:22h ya la tenía encima de mí. El momento más feliz del día más feliz de mi vida.

No tuvieron que ponerme puntos, y obviamente tampoco pudieron ponerme la epidural, así que fue un parto natural, tal como yo quería (aunque con los dolores se me había olvidado jajajaj)
¡GRACIAS FINA!

Sólo tenemos que mejorar una cosa en un próximo parto. Papitorbe no pudo cortar el cordón umbilical. Nos habíamos dejado las bolsas en el coche (porque él no estaba nervioso, no...) y lo hicieron ir a buscarlas para vestir a la pequeña. ¡Seguro que no nos vuelve a pasar!

Comentarios

  1. JIjiji... Que bonita historia! Imagino que recordarás cada detalle todda tu vida. Que bien que todo saliera tan bien..!!

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  2. Es el momento más importante de tu vida. Espero que tu también puedas tener recuerdos así de intensos :)

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  3. preciosa la historia.

    el mí al final fue inducido porq con 42 semanas la enana seguía tan agusto dentro :D

    son historias q no se olvidan, todas especiales, todas únicas :D

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    1. Imagino entonces que debías estar escuchando a cada momento aquello de: y esta niña no sale??
      Porque yo lo escuché miles de veces y parí de 39+6... jajaj

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  4. Enhorabuena xikimami! Me alegro que fuera todo genial! Me hace mucha gracia por tus comentarios porque el día que me toque a mi, a mi Husband le veo parecido con Papitorbe! eso del desyunar me lo ha hecho el alguna ocasión antes de ir a urgencias siendo previsor para que no le de hambre en la sala de espera...jajaj

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    1. Bueno, dile que siempre puede llevarse la bolsa de magdalenas al hospital... Papitorbe fue lo primero que cogió antes de salir por la puerta de casa jajaj

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