Las apariencias engañan

Si echara la vista atrás e hiciera un recorrido por mi vida laboral podría contaros un millón de anécdotas, pero hoy quiero centrarme en una en concreto. 


Corría el año 2009, estaba buscando un trabajo mejor que el que tenía (¡qué tiempos aquellos eh!) y Azahara, trabajadora de una ETT, me había concertado una entrevista con una multinacional.
Aún recuerdo las recomendaciones que me hizo el día antes: sobretodo S, quítate el piercing del labio y ponte unas pulseras que te tapen el tatuaje de la muñeca.

Y, a pesar de no estar de acuerdo con que se me juzgue por la apariencia, me presenté en las oficinas centrales con la muñeca tapada por una pulsera y sin piercing.

El tatuaje que habita en mi muñeca

Al llegar, la secretaría me llevó hasta el despacho donde me esperaba el director de recursos humanos. Me senté, le entregué mi CV y empecé a hablar. Yo le estaba explicando mi experiencia, demostrando mi valía, y él no dejaba de mirar la marca que el piercing ha dejado en mi labio.


No había llegado aún a casa cuando me sonaba el móvil. Era Azahara, y no tenía buenas noticias: me habían descartado por "no adecuarme al puesto". 

Recuerdo el sentimiento de rabia, de impotencia, de indignación. ¿Soy peor profesional por estar tatuada? La respuesta es obvia, NO.


También os puedo contar qué, un mes después de descartarme, un mes después de contratar a una chica con la piel impoluta y sin tinta, acabaron llamándome y pidiéndome que, por favor, me incorporara de forma urgente al puesto de trabajo pues la candidata escogida había cogido la baja y los había dejado en cuadro. 
Por suerte para mí, estaba trabajando ya en otra empresa que me había ofrecido las mismas condiciones y que no me había prejuzgado por mi aspecto y pude decirles que se metieran el trabajo por dónde mejor les cupiera. 



¿Y por qué os cuento todo esto? Porque hace unos días, paseando por Facebook, descubrí el gran proyecto de Oscar Quetglas, un fotógrafo mallorquín que ha decidido concienciar a la sociedad y eliminar los prejuicios de nuestras mentes. 

El proyecto se llama #lasaparienciasengañan y nos mostrará durante todo el año 2015, en concreto cada jueves, cómo podemos sorprendernos al levantar la ropa del dentista, el policía o la peluquera en quien confiamos cada día. 





Porque sí, las apariencias engañan, ¿no creéis?

Comentarios

  1. Lo vi de pasada y me encantó. Yo jamás me he quitado un piercing para una entrevista... y lo llevo en la lengua.

    Besos!

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    1. Yo me lo quité en esa entrevista y nunca más... si les gusta como soy bien, y sino, también!

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  2. Me encanta la iniciativa!La acabo de descubrir gracias a tu mención.
    A mí cada vez me atrae más la gente diferente que tiene las cosas claras y es capaz de hacer lo que quiere sin pensar en la imagen que pueda dar a los demás.

    MIL BESOS

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    1. Ya dicen que... en la diferencia esta el gusto! Besos :D

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  3. Tienes razón! Pero en ambos casos yo ya me lo esperaba (en la foto de ''normal'') jajaja, supongo que porque yo también fui un poco así!

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  4. Tienes razón! Pero en ambos casos yo ya me lo esperaba (en la foto de ''normal'') jajaja, supongo que porque yo también fui un poco así!

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  5. A mi me da mucha rabia eso, llevo tiempo queriendo hacerme un tatuaje en la muñeca o tintarme de colores llamativos pero no me atrevo porque estoy buscando trabajo y me da miedo (y me jode) que por algún motivo así no me cojan tal y como está la cosa.

    Se están abriendo un poco las mentes, pero aún así lo primero es el aspecto y después estudios o valía por desgracia.

    1 besazo guapi

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