Cómo os expliqué en el último post,
EX y yo no éramos capaces de llegar a ningún acuerdo en relación a la custodia
de Torbellina y, después de un grave incidente, ambos habíamos contratado un
abogado.
El primer acuerdo al que llegamos
era algo provisional y que no podíamos mantener durante mucho tiempo pues
Torbellina se pasaba la semana de casa en casa, y eso no le daba estabilidad ni
le permitía tener una rutina.
Salva y yo preparamos un escrito
de acuerdo definitivo qué, teniendo en cuenta que en septiembre empezaba la
guardería, daba la máxima estabilidad a la pequeña y le permitía mantener unas
rutinas fijas. EX podría tenerla y disfrutar de ella todos los fines de semana
que tuviera fiesta y, entresemana, le dábamos amplitud de visitas.
La Señora M. y EX prepararon otro
escrito en el que pedían custodia compartida en turnos de 5 semanas, siguiendo
el horario de trabajo de él.
Pero ése no era el único punto de
desacuerdo…
- Yo quería matricular a Torbellina en la guardería que hay al lado de mi casa, tal y como habíamos hablado varias veces antes de romper. Él quería llevársela a Barcelona, al lado de casa de su madre.
- Yo quería seguir llevándola a clases de inglés, él quería dejar de llevarla.
- Yo quería que él se hiciera cargo de un porcentaje mayor de los gastos extraordinarios, por la diferencia de sueldo (cobra el doble que yo), y él quería pagarlo todo a medias.
Salva intentó llegar a un acuerdo
durante semanas, pero viendo que era imposible, porque EX no tenía intención ninguna
de negociar, a principios de abril presentamos una demanda de custodia ante el
juzgado.
Y cómo los procedimientos de
custodia suelen tardar meses en resolverse, pedimos que el juez dictase unas
medidas provisionales de manera urgente. Así podríamos tener una “solución”
para aquellos puntos de conflicto más significativos.
A principios de junio nos llegó
la notificación del juzgado. En 10 días teníamos la vista previa. Me pasé
noches enteras sin dormir, pensando en las cosas que él podría decir, las cosas
que yo debía decir… los nervios me superaban. No sabía si sería capaz de articular
una sola palabra si tenía a EX a mi lado.
Llegó el día X. Entramos en la
sala y los abogados empezaron a hacer sus presentaciones.
La Señora M. empezó a decir que
EX era un padrazo, que siempre había estado al lado de su hija y que todo el
tiempo libre que tenía lo dedicaba a buscar planes y actividades para realizar
con Torbellina. Presentó fotos, tiquets, entradas… de todo lo que habían hecho
juntos hasta ese momento e incluso llegó a decir que yo no me preocupaba tanto
por la niña como él.
Después nos tocó a nosotros hacer
las declaraciones. El primero en hablar fue EX, que se puso a llorar diciendo
que yo intentaba separarlo de su hija para hacerle daño. Si yo ya había llegado
nerviosa al juicio, escuchar todas éstas declaraciones me hicieron quedarme en
blanco. Apenas era capaz de decir “SI” o “NO” mientras me interrogaban.
Y finalmente hizo su intervención
la fiscal. “A favor de la custodia compartida”. Creo que nunca una frase tan
corta me había hecho tanto daño.
Al salir de la sala de vistas me
senté en unos bancos con Salva. Habíamos perdido, ambos lo teníamos claro. Deberíamos
habernos preparado mejor el juicio, debería haber dicho tantas cosas... ¡Uf! ¡Cuántas
vueltas le he dado a ese día!
La última semana de agosto nos
llegó el auto del juez. Custodia compartida por semanas: desde el lunes a la
salida del colegio hasta el lunes siguiente a las 9 de la mañana, sin visitas.
Y así nos encontramos en éste
momento. Me paso semanas enteras sin ver a Torbellina, sin saber dónde está y
sin poder apenas hablar con ella.
La primera semana fue horrible,
así que decidí buscar la parte positiva de ésta situación. Aprovecho al máximo
mi tiempo con ella, le doy más importancia a todas las cosas que hacemos juntas
y le recuerdo a todas horas lo mucho que la quiero y lo feliz que me hace
tenerla a mi lado.
Muchos me han dicho que la
custodia compartida es lo mejor para un niño, pero yo sigo sin creerlo. No cuándo
entre los padres no hay buena relación ni cercanía. No cuándo no hay acuerdo y
todo acaba judicializado. No cuándo EX no había ejercido nunca de padre y
únicamente busca ahorrarse dinero.
Aún me queda la vista principal,
en la que intentaré cambiar ésta situación. Si algo aprendí en éste juicio es
que ¡nunca puedes confiarte e ir a un juzgado sin prepararte muy bien tu
intervención!
Uff, qué tema tan complicado. Desde fuera, me parece que la custodia compartida es la mejor opción para un niño, porque tiene derecho a disfrutar por igual de su padre y de su madre, pero si estuviera en tu situación, no sé cómo reaccionaría, así que no puedo juzgarte. Seguro que entre todos, encontraréis la mejor manera de criar a Torbellina.
ResponderEliminarDepende de muchas cosas... no estoy a favor de ningún tipo de custodia como norma, pero creo que cada caso es un mundo.
EliminarRealmente hasta que no te encuentras con el problema en la frente, no sabes como reaccionarás!
Por motivos profesionales he mediado en algún caso de separación... y creo sinceramente que la custodia compartida solo es buena opción cuando los padres tienen una buena relación, una cosa es que te pases toda la semana sin verla y otra que además de no verla no sepas ni donde está ni con quien ni nada parecido....
ResponderEliminarSi que entiendo que para los jueces es más fácil la custodia compartida porque se evitan alargar el proceso, pero creo que para el niño no es siempre lo mejor.... reglas diferentes en casas distintas es una locura. Espero que llegue un momento en que tu y EX os podáis entender por el bien de la niña y a ti muchísimo ánimo, y sobretodo un consejo es que la disfrutes muchísimo cuando la tengas contigo, olvídate de lo demás solo ella y tu... un besazo
Exacto... una cosa es no poder ver a tu hijo durante X días porque ya no formas una familia y otra cosa es que no sepas ni dónde, ni como, ni con quien está... es un sinvivir!
EliminarPero como bien dices, la disfruto a tope cuando la tengo!
Yo estoy súper en contra de la custodia compartida. Son los padres los que tienen que amoldarse, que para eso se separan, y no el niño. Parece que como son pequeños ni tienen derechos ni se enteran, cuando debe primar su estabilidad ante todo y esta no se consigue yendo de casa en casa.
ResponderEliminarTengo yo una amiga ahora en pleno lío de la custodia, con una niña más pequeña que el mío, y el padre también pide compartida. Evidentemente, ella lo está pasando fatal.
Besos
Eso le decía yo a él... visitas amplias, pactamos unos días para que yo pueda hacer también mi vida, pero la tengo yo a dormir entre semana, para que ella pueda tener sus rutinas y sus horarios fijos. Pero no... para él lo primordial es hacerme daño y hoy en día los jueces imponen la compartida como norma para así evidenciar que existe igualdad de género...
EliminarSuerte para tu amiga! Si necesita algo... por aquí ando.
Yo no soy madre por lo cual mi opinion tampoco es nada del otro mundo, pero tampoco estoy a favor de la custodia compartida, cada caso es distinto y eso de todos lo mismo como que no. Yo miraria lo mejor para el niño... que al fin y al cabo es el que paga el pato y esta en medio.
ResponderEliminaryo conozco de primera mano dos casos y es de comun acuerdo, padre y madre estan de acuerdo y la comparten en paz y armonia, si bien es cierto que se separaron de comun acuerdo y nadie puso problemas, que imagino que no es habitual.
Tranquilidad y mucha suerte!
Mi actual pareja tiene custodia compartida y en ellos la veo perfecta, porque la relación que tienen es cordial. Cierto es, cada caso es un mundo!
EliminarYo noto cómo mi hija nota el estar separada de mi tantos días... pero que le voy a hacer? Al final el juez es quien tiene la última palabra!